La Universidad Autónoma de Nuevo León tiene como tareas fundamentales: la enseñanza, la investigación y el servicio público. Hoy en día, es imprescindible que tanto profesores como estudiantes y personal no académico de esta universidad participen no solamente en actividades directamente relacionadas con su papel dentro de la misma, sino que interactúen de manera efectiva con el sector productivo de la sociedad y con el gobierno.
Esta alianza universidad, industria y gobierno es la más ventajosa que se puede tener para competir en un mundo globalizado.
La generación de conocimiento nuevo mediante el desarrollo de investigaciones y la publicación de sus resultados es un estándar internacional para cualquier institución de educación superior, sin embargo, en la actualidad vivimos en la era de la innovación y la tecnología, que deben ponerse al servicio de la humanidad.
Nuestra Constitución política establece en su artículo 28 la garantía de la que gozan todos los creadores y artistas para que les sea otorgado el reconocimiento de sus obras y su derecho de uso exclusivo; existen otros ordenamientos de carácter federal que reconocen de igual forma la existencia de derechos por parte de quienes son innovadores o creadores, como son la Ley Federal del Derecho de Autor y la Ley de Propiedad Industrial.
La UANL cuenta con un área para dar protección a la propiedad intelectual de los universitarios, transferir tecnologías al sector productivo de la sociedad, impulsar el emprendimiento universitario e incubar empresas tradicionales, intermedias o de alta tecnología cuya diferencia es el grado de innovación involucrado. Esta instancia se llama Centro de Incubación de Empresas y Transferencia de Tecnología (CIETT) y cuenta con expertos en búsquedas tecnológicas o del estado del arte, procesos de protección de la propiedad intelectual, redacción de patente, transferencia tecnológica, negociaciones, licenciamientos, gestión de recursos para facilitar la transferencia tecnológica y el emprendimiento tecnológico.
Dra. Elizabeth Solís Pérez